En al ambiente de palpaba la sensación de estar ante una oportunidad única. Tras casi dos años sin asistir a la realización de un concierto en la sala Estraperlo de Badalona, muchos teníamos señalado en rojo esta fecha del calendario. Y la verdad sea dicha, la cita no defraudó a nadie.
Opinión: las despedidas suelen ser amargas y las esperas eternas. La última vez que pude ver el escenario de la sala Estraperlo fue en un directo en streaming. Presenciar por una pantalla no es lo mismo que sentir a flor de piel. Eso es algo que hemos aprendido en la pandemia y que ayer ratificamos. Volver a emocionarnos. Volver a cantar con el puño en alto. Volver, Volver.
Y reconozco que de primeras el ambiente estaba algo frío. Quizá, los asistentes necesitamos un tiempo de adaptación. Creernoslo de nuevo. Visualizar que eso de los eventos sentado y eso de las cancelaciones era, en ese instante, parte del pasado y que el presente era decibelios, cerveza fría y camisetas empapadas en sudor.
Análisis: La actuación de Againsters pagó un poco los platos rotos de ser quién iniciara la velada. La peña presente miraba con expectación la actuación de la nueva formación punk-rock, pero parecía no querer sobrepasar los límites establecidos. Y hay que decir que, como carta de presentación, el cuarteto mostró sus credenciales con habilidad. Fomentados en una frontwoman con carisma y respaldados por una base rítmica de experiencia contrastada, Againsters convencieron.
The Gundown demostraron en vivo lo que ya se percibe en el estudio; que son tres músicos de calidad. En las distancias cortas uno puede fijarse en detalles que atestiguan que estamos ante un grupo que sabe lo que hace. Con canciones coreables y con una puesta en escena sobria y sin edulcorantes, se ganaron el respeto del público.
Tras ellos, parecía que la sala comenzaba a entrar en ebullición y para dar el toque explosivo solo hacia falta que Blowfuse prendiese la mecha. Y así fue. Con una actitud a prueba de bombas, la banda supo aprovechar la ocasión. Transmitieron la energía necesaria para que el respetable interpretara que era ahora o nunca. Nos hicieron valorar el presente. Dejamos atrás los problemas y focalizamos nuestros pensamientos en disfrutar de su hardcore melódico mezclado con grunge que tanto nos gusta. Olé por ellos.
Y así, llegamos al final del viaje con la peña engorilada y pidiendo más y más. Y quién mejor que La Inquisición para tomar el relevo y poner todo patas arriba. Con un dominio de la escena brutal, el cuarteto conectó desde la primera nota con el respetable. Cada coro era acompañado, cada mirada era devuelta. Sonido de caja, guitarrazos e incitación a la rebeldía. ¡Guau!
Conclusión: ¿Qué más se puede pedir a una fría noche de invierno? Pues que haya segunda parte y que sea hoy sábado.
NOTA: 9/10
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