días de radio

 

Soy de los que piensan que con internet se perdió la mística de ir a una tienda de música y comprar un cd. Además, creo que con la televisión se perdió la magia del transistor. Ya dice la canción que el vídeo mató a la estrella de la radio.

Me acuerdo de aquellos tiempos donde no había fútbol por cable televisado y tu equipo jugaba en el viejo San Mamés un domingo a las cinco de la tarde. Era un día soleado en tu casa de Galicia, pero tu imaginación creaba un campo embarrado, un diluvio sobre el verde, una jugada con el último pase, la zamorana del portero, la “folha seca” del extremo izquierda , y el goool  del centro-delantero.

 

  • Aún existen programas que apuestan por el oyente

 

Me acuerdo de la música de Louis Amstrong bajo el poemario de Pepe Domingo, de Carles Francino y su capacidad de entretener con temas políticos mientras el autobús te trasladaba a tu puesto de trabajo. Rememoro el “el lobito está cobrando, los corderitos pagando : rá rá rá”, de Ponseti y Paniagua hablándonos de las tendencias USA en la tarde de los sábados, de Joaquín Lucky y sus mayores éxitos de ventas, de la voz rasgada del señor Casamajor, de los sonidos del mundo de Ramón Trecet…

Hoy, la tecnología y los nuevos tiempos han cambiado las emisiones. Bienvenidos sean aplicaciones tipo tunein o ivoox, las cuales nos permiten escuchar la frecuencia local de Salvador de Bahía o un podcast sobre skateboarding de Radio 3.

Por ello, mantengo que son tiempos para la esperanza. Aún existen programas que apuestan por el oyente (“cuando los elefantes sueñan con la música”, ¨Sebastián Álvaro y su aroma fresco de montaña”, etc…). Tú ya sabes quién eres.

Y sobre todo, todavía sigue escuchándose ese sonido tan característico de ”pipipipipi pipipipipi; hay goool en Las Gaunas”. Vivan los podcast y viva la radio.

Ipanema Leaks

Deja una respuesta