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IDLES desembarcó en la ciudad condal para ofrecer uno de sus ya famosos espectáculos ante una audiencia que los esperaba como agua de Mayo.
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Banda; IDLES
Promotor; LastTour
30/11/2018
Sala; Apolo LA2
Sonido; bueno
Para recordar; ambientazo en los prolegómenos del recital, propio de las grandes ocasiones, y es que los de Bristol congregaron a una legión de seguidores provenientes de las islas británicas, además de algún que otro espectador con ganas de catar en vivo a una de las sensaciones de la escena actual. Sold-out de forma inapelable.
Tema a destacar; Danny Nedelko
El momentazo; podría ser la entrada triunfal de su guitarrista Mark Bowen, los bailes desenfrenados de su otro guitarrista Lee Kiernan, pero lamentablemente el momento que marcó el show fue el incidente entre el cantante Joe Talbot y un miembro del público. Tras un lanzamiento a pista de un objeto sin clasificar, el frontman se volvió completamente loco, amenazando con pelea e insultando airosamente a este espectador. Desde mi perspectiva visual carecía de ángulo de visión para saber cual era la reacción de dicha persona, pero por lo visto no fue del todo amistosa. El problema fue que a partir de ese instante, el vocalista se ´rayó´ hasta el punto de abandonar anticipadamente el concierto (o por lo menos esa fue mi impresión). Vuelve el debate sobre la relación grupo-audiencia en las salas de pequeño tamaño, pero sobre todo, insistir en que un músico ante todo debe ser profesional. Si se lo exigimos a los deportistas de élite, lo mismo debe ser para los artistas.
Sensaciones; debo reconocer que mis expectativas estaban en un punto extraño, en ese en el que dices, si todo el mundo habla de ellos será por algo. Y la verdad es que a los diez minutos pensaba que estaba presenciando un espectáculo grandilocuente; puesta en escena arrolladora, sinergia de los componentes de la formación, comunicación efectiva con el respetable, música con ´punch´… es decir, un bolaco en toda regla… pero el ´incidente lamentable´ lo cambió todo, y de repente, las sensaciones fueron contrarias. Una pena.
Bandas Acompañantes;
-JOHN; dúo de batería y guitarra que, sinceramente, me dejó boquiabierto. Sobre todo el bataca, ya que conjugaba con maestría sus ritmos a los parches con la voz, en un derroche de entrega y pasión difícil de encontrar hoy en día.
NOTA; 7/10
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