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Hace unos años, si el Marca decía que al Madrid le interesaba un delantero centro chileno, dabas por hecho que en unos días de consumaría el fichaje. Pensabas que era tan fácil como que un día el presidente presionara un botón. Así acto seguido el jugador pisaría Chamartín con la zamarra blanca.
Pero desde que Football Leaks empezó a enseñarnos los entresijos de los contratos de fútbol, muchos entendimos el valor de la letra pequeña. Dimos importancia al fijo más incentivos, a los derechos de imagen, a las primas por trofeos…
Aunque en el mundo de la música también existe cierta opacidad en torno a las relaciones entre promotores de festivales y artistas, según está la situación actual, se puede sacar alguna que otra conclusión del motivo por el cual aquí los grandes eventos aún no han cancelado.
La primera clave nos la dio Hellfest en un comunicado demoledor contra su aseguradora, la cual no se hace responsable de pandemias como el coronavirus.
Otra clave es la clausula de ´Force Majeure´ (algo inesperado que escapa del control y que impide que un acontecimiento se pueda llevar a cabo). Según ésta, si un gobierno ordena que una concentración de masas no se puede producir por cuestiones de salud pública, los organizadores podrían hallar una posible vía de escape.
Se supone que es lo que esperan como agua de Mayo las promotoras y así no firmar la rescisión de contratos de forma unilateral.
La esperanza es que los servicios jurídicos, una vez las autoridades se pronuncien, pueden tener armas suficientes para luchar contra la liquidación de facturas de proveedores o devoluciones de tarifas de las bandas.
en cuanto al tema de los reembolsos, parece que el cambio en la política de Ticketmaster puede ser un punto de inflexión
Sin embargo, ahí también radica una de las patatas calientes, ya que, por norma general, los cabezas de cartel suelen incluir cláusulas especiales, como por ejemplo requerir un depósito del cincuenta por ciento que se retendrá si se cancela.
La negociación en este sentido se plantea ardua, ya que nadie quiere perder dinero. El aplazamiento se configura como una de las soluciones probables.
Pero,en un principio, son los propios grupos los que gozan de ciertas ventajas como el llamado ´Acto de Dios´ (que por ejemplo, si por culpa de un problema relativo al viaje y a las condiciones atmosféricas del mismo, no llegaran a tiempo de tocar, podrían cobrar igual).
Por contra, si parece que la fuerza mayor sería valida para no atender a los pagos del montaje de un escenario, ya que se entendería que es un servicio no prestado. Aunque lógicamente esta afirmación debería evaluarse en cada caso.
En cuanto al tema de los reembolsos, parece que el cambio en la política de Ticketmaster puede ser un punto de inflexión, ya que han modificado las condiciones para aplicar los denominados´refounds´.
Y es que como ya explicamos en otro artículo relacionado, el público también será juez y parte. Pulgar arriba o pulgar abajo.
*todo lo escrito aquí está hecho en base a indagaciones personales, no siendo el autor experto en asuntos jurídicos ni legales, y siempre con el ánimo de aclarar y no perjudicar a ninguno de los actores que lo protagonizan
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