photo by Resurrection Fest
Las nubes de comienzo de semana presagiaban un festival pasado por agua. La climatología es ese factor que se escapa del control de una organización que quiere tener cada detalle atado. Casi todo lo demás; ausencia de colas en la entrada, baños limpios, fácil acceso a cada uno de los distintos escenarios, precios de bebida no abusivos, atrezzo apocalíptico, zonas de acampada,… sí que son variables manejables. Y en eso, el Resurrection Fest es imbatible.
Esta edición se presentaba con polémica ya que los grandes nombres, los que recaban los titulares de prensa, eran grupos de otra época. La de los tiempos dónde las estrellas de Rock eran considerados ídolos y se vendían millones de discos. Kiss Y Scorpions. Scorpions Y Kiss.
Decir que, por suerte, el asistente ávido de escuchar sonoridades más underground, también se hizo con su sitio. Se pudo disfrutar desde formaciones atípicas como Igorrr, genuinas como Turnstile, buenrolleras como The Wizards o alucinógenas como God Is An Astronaut. El formato HellFest, que tan buen resultado está dando en Francia, extrapolado a una villa marinera a orillas del Cantábrico.
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no cabe ningún tipo de duda de que Prophets Of Rage fueron los grandes animadores de la velada
Sobre lo estrictamente musical, añadir que, al igual que en los debates de bar dónde cada uno da su opinión sobre el fracaso de la selección de fútbol en el mundial, aquí se generaron también múltiples visiones por parte de los espectadores. Que si Leprous fueron la revelación, que si Bellako lo van a petar en un futuro, o si Ghost aburrieron a las ovejas o triunfaron. De lo que no cabe ningún tipo de duda es que Prophets Of Rage fueron los grandes animadores de la velada, con sus versiones de clásicos de los noventa.
A modo particular, y tal como hice llegar al promotor (en una pequeña charla informal), creo que es necesario añadir alguna crítica constructiva. Así pues, agregar que he añorado más grupos que estén en su mejor momento, (y ya no sólo me refiero a las bandas locales, como Ánteros, Malämmar o Cuchillo de Fuego, a las que por cierto, me gustaría ver en otros horarios más accesibles), sino a las que reinarán mañana, y que hoy están en su plenitud. Eché en falta ver más hardcore europeo, y ya para los festivos, más post-party, quizá con alguna colaboración con la hostelería del casco viejo que tanto espera al asistente todo el año.
Por cierto, no llovió a penas y las temperaturas fueron agradables. El Dios Zeus también debe ser rockero. ¡Larga vida al Resu!
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