Tras doce meses de espera, llega una nueva edición del Resurrection Fest. Esta vez, se presenta en sociedad con el título indiscutible de Rey del Verano en lo que a festivales de ´Música Pesada´se refiere. Un desafío más para los organizadores, … y para los habitantes de Viveiro.
La primera señal de que el Resu se acerca, es cuándo uno ya va viendo alguna que otra foto por las redes sociales del montaje del recinto. No hace tanto, ésta era una tarea menos profesionalizada. En su análisis se puede observar la propia evolución del festival en cuanto a presupuesto y modo de hacer.
La segunda prueba es con las tiendas de campaña en el parque municipal. Millares de personas que realizan el incómodo ejercicio de martillear unos clavos en el suelo mientras visualizan en su mente los litros de alcohol que van a engullir al ritmo de las guitarras eléctricas.
Esta edición se presenta con poca polémica. Atrás quedan las batallas de los promotores para convencer a los asistentes de que Kiss estaban en un gran momento de forma, o de que el hecho más que evidente de que el festi ya no se basa en su mayoría por formaciones de Hardcore y Punk. Parecen discursos del pasado y asumidos por casi todos. El Resurrection es lo que es. Identificable y reconocible. Y hoy en día, con la cantidad y calidad de opciones alternativas que existen, el hecho de que un elevado número de asistentes repita año tras año, no hace más que confirmar la apuesta.
El Resurrection es lo que es. Identificable y reconocible
La variedad de menú es, de nuevo, la opción elegida por Bring The Noise para presentarnos su carta. Grupos locales, internacionales, de diferentes géneros y épocas, con la característica principal de que ninguno de ellos es conocido por las baladas ni por sonar en los cuarenta. Ni tan siquiera en Rock FM.
Como estrellas de la velada, Slipknot; en lo que demuestra que la nostalgia vende camisetas. Y es que son una formación que acompañó en la adolescencia a muchos de los que acudirán al evento pagando reservas de hotel y pidiendo vacaciones en sus respectivos trabajos.
Luego la conocida categoría media con Gojira, Municipal Waste, Kvlertak, Parkway Drive, Slayer, Lamb of God, Terror, Converge, Testament, Cult Of Luna, King Diammond o Berri Txarrak. Ahí es dónde siempre suele resultar vencedor el Resu. La competencia no ha podido arañar, hasta ahora, esa línea de flotación.
Así que las cartas ya están echadas. La climatología será de las pocas cosas que la organización no tenga bien atada. El resto, como siempre, estará preparado, para que los asistentes gocen de comodidad, precios no desmesurados, pocas colas, baños acondicionados, agua accesible, y fuertes medidas de seguridad. Así que todos listos para que una vez más, los titulares de prensa hablen de récords de asistencia. Y es que la verdad sea dicha, hasta eso se ha convertido en una tradición.
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