resurrection fest parkway drive

Parkway Drive son uno de esos grupos dignos de estudio. Hace diez años, inmersos en la escena Hardcore, se dejaban ver por salas pequeñas, de esas en las que el contacto físico es inevitable. Poco a poco, imprimiendo a su sonido las influencias propias del Heavy, han
ido escalando posiciones en el Ránking de bandas que marcan la pauta en el mercado.


Woodstock 69 será siempre recordado como el festival donde el barro fue el protagonista. El Resurrection Fest XIV, pasará a la historia como el de la tormenta eléctrica. En los momentos difíciles, es cuando una organización demuestra su capacidad. Quizá esta fue la prueba definitiva del buen hacer de Bring The Noise, la promotora que año tras año trae a Viveiro a los amantes de la Música Pesada. Y es que la gestión del fenómeno atmosférico fue rápida, coherente y contó con ese pizca de suerte que hay que tener para que la desgracia no azote con sus mayores consecuencias. Como si de la lección del Festimad 2005 fuese una de las materias a estudiar y a tener en cuenta en las reuniones de empresa.


El Resu en Viveiro con Slayer, Parkway Drive y Slipknot como cabezas de cartel
El Resu en Viveiro con Slayer, Parkway Drive y Slipknot como cabezas de cartel

En lo meramente musical, esta edición cuenta con el guión ya establecido en anteriores ocasiones. Es decir, combos locales para abrir boca a horas tempraneras, localización de escenarios en función de los géneros, y un Main Stage vistiendo las mejores galas para los platos fuertes.
Antes, el warm up, esa palabra tan anglosajona que sirve para describir la fiesta inaugural, sirvió de antesala del espectáculo, con una propuesta variada de Punk Rock, Thrash Crossover, Metalcore…Cabe destacar la actuación de la única formación viveirense, Back In Town. Criticable el hecho de su horario tan tempranero.

El jueves, lo dicho. Rayos y truenos. La confirmaación de que Gojira son muy buenos. Y Slayer, qué decir, demostraron una vez más que ellos son Slayer. Con todas las letras. Su mensaje final, en lo que fue uno de sus últimos bolos antes de su retirada, lo interpreto como que ellos no se han amilanado a modas pasajeras, y simplemente se han decidido a meter caña e imprimir velocidad a cada una de sus canciones y actuaciones en vivo.



Parkway Drive son uno de esos grupos dignos de estudio. Hace diez años, inmersos en la escena Hardcore, se dejaban ver por salas pequeñas, de esas en las que el contacto físico es inevitable. Poco a poco, imprimiendo a su sonido las influencias propias del Heavy, han ido escalando posiciones en el Ránking de bandas que marcan la pauta en el mercado.
Su show fue de arenas, en una transición en la que se les ve cómodos, dando mucha importancia a la teatralidad, pero a costa de eliminar ese factor transgresor tan necesario. Está claro que su apuesta es por ser grandes, y eso lleva incluido el cambio. Pero no compro la idea de que para ganar espectacularidad haya que renunciar a tu esencia.
´Bottom Feeder´ y ´Crush´ deberían haber sido letales. Pero sonaron a perro de presa con bozal puesto. ´Dedicated´, fue, gracias a la aportación contundente de la batería, el único tema que me hizo ver, que esos surfers australianos, cuando quieren, pueden volver a poner patas abajo cualquier aforo.
Para los melancólicos, nos quedará en la retina sus recitales del pasado, además, de la aceptación de que los Parkway Drive que hemos conocido ya no existen. Para los que todavía creen en ellos, y para los que los conocen de nuevas, está claro que verán una luz de esperanza en el oscuro futuro del Metal.


NOTA; 7/10



Ipanema Leaks