Toda esta situación me está haciendo (sobre) pensar mucho, darle vueltas a todo y fijarme aún más en los pequeños detalles que me ofrece la rutina diaria confinada en mi casa.
La pasada mañana, al abrir el frigorífico, fue ver esa lechuga y PAM! Lío mental hecho. Pero… ¿Qué tiene que ver esto con la música, María?, ¿Es ahora la lechuga un símbolo del Death metal? Podría… pero no va por ahí.
Empiezo por donde eché las semillas. He crecido en una familia de agricultores. He visto como mi abuelo paterno señalaba orgulloso con su bastón (churra en dialecto riojano) sus pimientos, borrajas y los increíbles rosales que bordeaban la finca. También he visto andar descalzo entre las tomateras, a mi abuelo materno, arrancando uno directamente de la mata, echarle una pizca de sal y ofrecerme ese manjar, cuyo sabor cuesta tanto encontrar hoy en día…
Toda esta situación me está haciendo (sobre) pensar mucho, darle vueltas a todo y fijarme aún más en los pequeños detalles que me ofrece la rutina diaria confinada en mi casa.
Por desgracia no están físicamente a mi lado, pero me acuerdo de ellos siempre, y cuando cocino o miro mi despensa, pienso que en estos tiempos tan jodidos, también hay que homenajear a los agricultores y agricultoras que están ahí al pie del cañón abasteciéndonos. Y qué mejor homenaje que poniendo banda sonora a la soberanía alimentaria, a la vida rural, a lo local y autóctono. Y a todo ese aprendizaje que nos han transmitido los abuelos y abuelas, que sostiene el sistema por la raíz, tantas veces es invisible y paga los errores de una sociedad capitalista, tal y como lo estamos viviendo ahora.
En este post, quiero mezclar dos de mis obsesiones, aficiones; la música y el reino Plantae, en este caso, aterrizado en forma de huerto. Porque la música tiene que trascender más allá de una sala de conciertos o de un bar, puede estar presente en muchos otros ámbitos de nuestra vida y porque no, también puede sonar mientras nos manchamos las manos de tierra. Los que pasamos el confinamiento en un piso, toca esperar (o siempre puedes sembrar lentejas en yogures…), pero los que tenéis la suerte de tener un terreno…Pónganse sus guantes (los de podar), agarren sus aperos y a darle al play!
PREPARACIÓN DEL TERRENO:
-ELIMINACIÓN DE LAS MALAS HIERBAS – AMARANTO (ROSY FINCH)
El primer paso antes de remover la tierra, es retirar todo aquello que nos estorbe. Esa vegetación fuerte, profunda y hostil, que acaba compitiendo con nuestros cultivos, y que como dice este temón, titulado como una de las malas hierbas más problemáticas a nivel mundial (Amaranthus spp) “Donde la tierra esconde el ser…¡Raíces negras!”, utilicemos esta rabia que canta Mireia Porto, bajo esos sonidos eléctricos que tiran al stoner, y arranquemos las malezas del tirón.
-LABRAR EL SUELO – MOTOSIERRA STYLE (LOS MONTAÑEROS DE KENTUCKY)
Aquí hay que dar caña, roturar, meter azada o una buena horca para cavar. Así que, ponte este tema de Los Montañeros de Kentucky, y arranca la maquinaria. Pero cuidado! No te pases de gore, cojas los aperos y se te vaya la mano con esos riffs sangrientos.
–SIEMBRA- SEEDS OF CHANGE (SYBERIA)
Toca bajar las pulsaciones, ya que la siembra requiere de paciencia y dedicación. Depositar las semillas en los pequeños surcos, tiene que ser algo cercano a una catarsis, porque de una forma u otra, estamos contribuyendo a crear vida. Y sin duda, este tema acompaña, con un sonido limpio, progresivo, capaz de evadir tu mente con esas composiciones atmosférica y llevarte a un vergel de ensueño.
–RIEGO – TUAREG (TOUNDRA)
Diminutas gotas que entran, cada vez más y más unidas, van creando una pequeña corriente de agua que envuelve el terreno, como con “Tuareg”, los primeros segundos tranquilos hasta que va subiendo la intensidad progresivamente. Es paradójico que haya elegido un tema con un fondo desértico, pero para mí, cuando rompe con esa guitarra y esos riffs rítmicos y oscuros, es como si apareciese un espejismo con un lago de agua enorme.
–PODA- FLOWERS AND YOU (TOUCHÉ AMORÉ)
La poda requiere de un conocimiento ancestral… es un proceso vital para la planta, de ello depende su floración y sus frutos. Leí en una review de Touché Amoré, que de una tragedia nace algo bello, y por eso creo que “Flowers and you” es el tema perfecto, sentimientos en cada nota, con un toque visceral, como cuando partes esas ramitas esperando un brote nuevo.
–ABONADO y SULFATADO – POISON (INCENDIARY)
Aunque seamos muy pro-ecológico, con esto del cambio climático se están multiplicando las plagas y además nuestras zanahorias están un poco depres. A sí que, si alguna vez tenemos que utilizar estos químicos, sin duda con “Poison” (o con cualquier tema del disco Thousand Mile Stare), te van a poseer esos ritmos directos y agresivos, se te va a ir la manguera en un mosh pit imaginario y vas a acabar fumigando hasta el campo del vecino.
–RECOLECTA – LOS OLIVOS (VIVA BELGRADO)
Recoger los frutos de un duro trabajo, representa un momento de ilusión, agradecimiento y de alegría compartida entre los míos. No tiene que ser algo rápido. Tranquilo, pausado, sin tirar fuerte para evitar las heridas en los frutos. “Los Olivos” conjuga con ese momento y sin necesidad de poner palabras para dar voz a una situación. De Carne y flor, nunca mejor dicho.
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